A continuación publicamos una afectuosa carta de nuesto miembro honorario y gran amigo JOSE MIGUEL RAMIREZ ALIAGA:
Iorana,
Acaba de levantarse el embargo editorial (Proceedings of the National Academy of Science, USA), y antes de que comience el cacareo, me permito contarles brevemente una historia de gallinas.
Por esas casualidades del destino, sucede que volví con un proyecto DIPUV sobre la gallina araucana al tema del contacto Polinesia - Mapuche, quince años después de un proyecto Fondecyt que me permitió poner al día el tema de los materiales de supuesto origen polinésico. Ahora, gracias al hallazgo de Lino Contreras, Daniel Quiroz y Marco Sánchez en El Arenal, un conchal de El Vergel al sur de Arauco, y los análisis genéticos de Alice Storey en restos de gallina en la Universidad de Auckland, se ha podido comprobar que efectivamente llegaron polinesios a las costas del sur Mapuche, y que muchos de esos rasgos culturales se pueden explicar como préstamos culturales producto de un contacto directo. Los paralelismos entre culturas distantes siguen siendo un problema porque no tenemos las herramientas de la genética para probar una filogénesis, pero el dato de la gallina obliga a estudiar cada rasgo y las condiciones del contacto y de sus consecuencias en el marco de un nuevo modelo. Esto es, nuevas preguntas y líneas de investigación para los próximos años.
Entre otras cosas, descubrí en el Museo de Otago que en las islas Australes se jugaba un juego similar al hockey, con un palo curvo igual al del palín (chueca) mapuche. En 1834, escapados de la prisión de Sarah Island, en Tasmania, llegaron a Chiloé después de 43 días, con la corriente. Pero, tranquilo, no hay que obsesionarse como el amigo Heyerdahl. El curanto, por ejemplo, estaba en Chiloé miles de años antes de que aparecieran los polinesios en el Pacífico. Las canoas de tablas cosidas (la dalca chilota) son un caso muy interesante: están en Chiloé y en California, y en la Melanesia, aparte de otros lugares del mundo. En el caso de California, se postula un contacto con Hawaii, a partir de un par de elementos culturales. Entre los mapuches hay mucho más...
Mientras tanto, el comunicado de prensa:
http://www.auckland.ac.nz/uoa/about/news/articles/2007/06/chickens.cfm
A propósito de las vueltas de la vida, en el Museo Fonck retomamos la publicación de la CLAVA, que dejé en el Nº 5 al partir a la isla (1993). Este miércoles a las 18:30 presentamos el número 6, que quedó espectacular. Hay 3 temas de la isla y 3 de Chile central. ¡Están cordialmente invitados!
La próxima semana estaré en la isla, con todo el archivo para hacer una presentación.
Iorana korua,
José Miguel Ramírez Aliaga
Centro de Estudios Rapa Nui
Acaba de levantarse el embargo editorial (Proceedings of the National Academy of Science, USA), y antes de que comience el cacareo, me permito contarles brevemente una historia de gallinas.
Por esas casualidades del destino, sucede que volví con un proyecto DIPUV sobre la gallina araucana al tema del contacto Polinesia - Mapuche, quince años después de un proyecto Fondecyt que me permitió poner al día el tema de los materiales de supuesto origen polinésico. Ahora, gracias al hallazgo de Lino Contreras, Daniel Quiroz y Marco Sánchez en El Arenal, un conchal de El Vergel al sur de Arauco, y los análisis genéticos de Alice Storey en restos de gallina en la Universidad de Auckland, se ha podido comprobar que efectivamente llegaron polinesios a las costas del sur Mapuche, y que muchos de esos rasgos culturales se pueden explicar como préstamos culturales producto de un contacto directo. Los paralelismos entre culturas distantes siguen siendo un problema porque no tenemos las herramientas de la genética para probar una filogénesis, pero el dato de la gallina obliga a estudiar cada rasgo y las condiciones del contacto y de sus consecuencias en el marco de un nuevo modelo. Esto es, nuevas preguntas y líneas de investigación para los próximos años.
Entre otras cosas, descubrí en el Museo de Otago que en las islas Australes se jugaba un juego similar al hockey, con un palo curvo igual al del palín (chueca) mapuche. En 1834, escapados de la prisión de Sarah Island, en Tasmania, llegaron a Chiloé después de 43 días, con la corriente. Pero, tranquilo, no hay que obsesionarse como el amigo Heyerdahl. El curanto, por ejemplo, estaba en Chiloé miles de años antes de que aparecieran los polinesios en el Pacífico. Las canoas de tablas cosidas (la dalca chilota) son un caso muy interesante: están en Chiloé y en California, y en la Melanesia, aparte de otros lugares del mundo. En el caso de California, se postula un contacto con Hawaii, a partir de un par de elementos culturales. Entre los mapuches hay mucho más...
Mientras tanto, el comunicado de prensa:
http://www.auckland.ac.nz/uoa/about/news/articles/2007/06/chickens.cfm
A propósito de las vueltas de la vida, en el Museo Fonck retomamos la publicación de la CLAVA, que dejé en el Nº 5 al partir a la isla (1993). Este miércoles a las 18:30 presentamos el número 6, que quedó espectacular. Hay 3 temas de la isla y 3 de Chile central. ¡Están cordialmente invitados!
La próxima semana estaré en la isla, con todo el archivo para hacer una presentación.
Iorana korua,
José Miguel Ramírez Aliaga
Centro de Estudios Rapa Nui
Facultad de HumanidadesUniversidad de Valparaíso
1 Oriente 41 Viña del Mar Chile
La ilustración que acompaña esta imagen esta sacada del sitio argentino http://ar.geocities.com/gallinaaraucana/ que aconsejamos visitar.
Nos comprometemos para publicar más adelante parte del material que CLEMENTE HEREVERI ha rescatado respecto de la existencia de esta especie en la antigua civilización Rapanui.